La Llegada del tren a la Estación de Ciotat: Hermanos Lumière
Somos muchos los amantes del séptimo arte. Por ello, a veces merece la pena volver la vista atrás por un momento y recordar cómo empezó todo. Como sabeís, en los últimos años del siglo XIX se produjeron un sin fin de avances, en cuanto a imagen en movimiento se refiere. Pero los que consiguieron llevar a cabo la primera exposición pública fueron los hermanos Lumière.
Se podría decir que el cine, como hoy lo entendemos, nació en París el 28 de diciembre de 1895, concretamente en el Salón Indiano de París. Los hermanos Lumière eligieron este lugar y esa fecha por varios motivos:
- Se eligió el 28 de diciembre porque era un día de la mitad de la semana y porque las calles de París estarían repletas de personas.
- Eligieron esa sala debido a que era de tamaño pequeño y, así, era más fácil llenarla de gente, era el sótano del Gran Café de París y, porque si la gente decidía no acudir a la exposición, desde fuera nadie lo notaría. Por contra, si la afluencia de público era grande, las colas serían inmensas y atraería la curiosidad de la personas que circularan por la ciudad.
Aunque no lo parezca, los hermanos Lumiére no tenían demasiada confianza en que el proyecto saliera bien. Pero, la primera exposicion pública tuvo un éxito clamoroso. La idea era hacer un pase de 10 películas cada media hora. Este hecho ahora nos choca, pero es que la duración de cada film era de 2 minutos. Al día llevaban a cabo 24 pases.
La acogida del público fue espectacular y los hermanos Lumière llenaron completamente el Salón Indiano de París. Algunos de los títulos dela primera sesión fueron: La salida de los obreros de la fábrica Lumière, Llegada del tren a la estación de Ciotat, La partida de Naipes, El regador regado, La demolición del muro, Salida del puerto y La merienda del bebé.
Salida de los obreros de la Fábrica de los Lumière
Todas ellas tenían las mismas características, se trataba de documentales centrados en recoger la realidad sin más, sin narración, ni guión, ni argumento, no hay tampoco decorados ni estudios ya que el rodaje se hacía en el lugar en el que se producía el acontecimiento y el tiempo fílmico coincide con el tiempo real. Tampoco hay actores, sino que sus personajes son interpretados por amigos, familiares… La cámara no se mueve y los planos vienen rodados por los propios personajes.
El Regador regado de los hermanos Lumière
El título más aclamado por el público fue “Llegada del tren a la estación de Ciotat”, impresionaba a los asistentes porque era la primera vez que veían algo moverse en imágenes, acostumbrados a la imágenes estáticas.
A consecuencia de ese éxito, los hermanos Lumière tuvieron que realizar más películas y fabricar más filmadoras. De esta forma, todo cambia y comienzan a contratar a personas que filman y distribuyen las “tomas naturales” por todo el mundo. Surgen, así, nuevas temáticas en el cine como son los documentales geográficos, el género pícaro (en el que una mujer se quedaba en corsé en el interior de una habitación) o el género rey fue el denominado “entradas y salidas”, que consistía en ver cómo varias personas entraban y salían de una habitación.
Con el tiempo, la gente comenzó a comprar “toma vistas”, que así se llamaban las filmadoras de los hermanos Lumière, para grabar sus propias películas.
En 1897, nace el cine español. Eduardo Jimeno compró un “toma vistas” y llevó a cabo, lo que se supone fue, la primera película del cine de nuestro país. “La salida de misa de 12 de la Iglesia del Pilar de Zaragoza” tuvo una duración de 2 minutos y medio.
Allá por el año 1900, los hermanos Lumière abandonaron su aventura, quizá porque ya habían ganado demasiado dinero, quizá porque no supieron ver el futuro que tendría el cine ya que pensaban que el séptimo arte no sería más que lo que era entonces y creían que el mundo cinematográfico tendría un éxito limitado.
De esta forma, podría afirmarse que el primer género de la Historia del Cine fue el documental. Con el paso del tiempo, fueron muchos los géneros que surgieron en este mundo impresionante, como el cine fantástico de Georges Mèliès, el cine de ciencia ficción o el “Film d’Art” de los hermanos Laffité, pero eso ya es otra historia que trataremos la próxima semana. Hoy, sólo queríamos hacer un recordatorio y un pequeño homenaje a los hermanos que nos trajeron este mundo maravilloso que es el cine.
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